El viernes pasado me dejé arrastrar por mi vena más mirona hasta el Teatro Galileo para ver Vooyeur, una obra de Patricia Jordá, dirigida por Luis Andrés y que produce La Tropa de David Carrón. Mis expectativas eras altas, empiezo por ahí. Aunque, pensándolo bien, más que altas eran erróneas. Había leído varias reseñas que hablaban de lo transgresor que era el espectáculo y que tildaban la obra de verdadera experiencia erótica para el espectador. Así se lo vendí a mi novio, confiando en que el ardid funcionase como cebo para vencer sus reticencias a acompañarme “otra vez” al teatro. Me pasó lo que probablemente le ocurra a la propia obra: el cebo no se sostuvo.
El director, Luis Andrés ha dicho en una entrevista publicada en La Razón que el objetivo de Vooyeur es «Que la gente se excite viendo estos ejemplos». Pues bien, yo no me excité, y eso a pesar de la fantástica actuación de Yban Malo, un donostiarra muy capaz de partir en dos a una pobre chica como yo solo con mirarla. Lo preocupante es que mi novio tampoco se puso cachondo, y creéme Andrés, él suele ser bastante más facilón que yo en dicho menester. Espero que no sea porque somos unos raros o peor aún… ¡unos sosos! No lo creo, la verdad. Además, el resto del público (la mayoría eran parejas) tampoco parecía muy venido arriba. Así que por ese lado decepcionante, pero… ¡Un momento! Solo por ese lado.Leer más »